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Atravesar el pórtico que da a la calle Defensa, en el barrio de San Telmo, es sumergirse en un viaje en el tiempo para conocer los episodios fundacionales de la ciudad y descifrar los usos y costumbres de sus habitantes. Y descubrir los túneles históricos que sobrevivieron al paso arrasador de la urbanización. Durante la década del ‘80 el actual propietario del lugar hizo un involuntario hallazgo arqueológico: mien- tras intentaba recuperar esta casa de estilo italiano, cuya fachada y patios datan de la primera mitad del siglo XIX, se encontró con los cimientos de una vivienda del siglo XVIII y objetos de la época colonial, que hoy pueden visitarse.
Este solar entregado en 1580 a Juan González por el fundador de la ciudad, perteneció posteriormente a una importante familia de la sociedad porteña. La residencia con seis esclavos hacia 1860 fue con- vertida a principios del 1900 en conventillo y vinería. Los edi cios restaurados fueron construidos en el siglo XlX. Debajo de ellos se encontraron los tramos del desaparecido Zanjón con restos de cimientos, muros, pisos, aljibes y pozos ciegos construidos y destruidos entre 1730 y 1865.
Sus históricos muros y ruinas descubiertas, nos transportan a los orígenes de Buenos Aires. El com- plejo incluye además del edi cio histórico, más de 1500 m2 de subsuelo arqueológico y 150 metros de recorrido de túneles recuperados. Es interesante destacar que en el lugar donde corría dicho zanjón fue rellenado con basura, pero con basura del 1800, con lo cual los arqueólogos pudieron estudiar cómo era la vida cotidiana de aquellos tiempos.
En 1985, Jorge Eckstein adquiere el lote sobre Defensa y, al poco tiempo, el que da sobre la calle Chile. Por esas cosas del destino, ambos estaban conectados por el Zanjón, ese túnel que se encontraba de- bajo de las casas. El arquitecto que estaba trabajando en la restauración del predio halló el túnel en el subsuelo. Estaba seco porque el arroyo había dejado de correr hacía mucho tiempo cuando, a partir de la epidemia de ebre amarilla que azotó a la ciudad, se comenzaron a realizar obras de infraestructura y de saneamiento. Con el tiempo, esos cursos de agua se direccionaron en busca de las nuevas cloacas y desagües de la ciudad. Funcionó hasta 1871, aproximadamente, época de la epidemia. Cuando se descubrieron los túneles, se convocó a arqueólogos para que realizaran los relevamientos correspon- dientes y poder entender el signi cado y valor real de los mismos.
La visita a El Zanjón de Granados es un viaje al pasado que remonta la historia de cuatro siglos, a través de pasadizos y lechos de un río que ya no corre más.