Page 35 - Argentime 111
P. 35

  Claro que había que había que salir de Buenos Aires. En su primer año de actividad, el presidente Julio Argentino Roca encargó al Automóvil Club la creación y mantenimiento de caminos y puentes. A partir de 1905, comenzaron a circular las primeras caravanas de vehículos a lo largo de las principales rutas del país, permitiendo que en años posteriores se pudiera comenzar a realizar mapas que muestren tan- to los diferentes caminos, como los principales puntos de interés general. Los propios automovilistas iban marcando los accidentes del terreno con señales de colores, y así se abrieron nuevas rutas desde la Capital a muchos lugares del país.
Casi inmediatamente luego de su fundación, el ACA buscó involucrarse en el automovilismo deportivo, inexistente en aquel entonces. Fue así que le fue otorgada la organización de la primera carrera de au- tos que se realizó en la Argentina: la famosa Recoleta a Tigre, que hasta el día de hoy se lleva a cabo anualmente. Una década más tarde, en 1914, se correría la primera edición de lo que es hoy la carrera más emblemática del automovilismo argentino: el Gran Premio Histórico, en el cual participaron prácti- camente todas las figuras del deporte motor nacional, recorriendo caminos a lo largo y ancho de todo el país. En la actualidad el ACA nuclea toda la actividad deportiva automovilística del país.
Con el paso del tiempo, el ACA fue acaparando cada vez más todo lo concerniente al desarrollo vial. En la década de 1920 se asoció a la Federación Internacional del Automóvil, algo que le dio status y reco- nocimiento internacional. En 1932, cuando se creó la Dirección Nacional de Vialidad, el club participó en la redacción de las nuevas leyes viales y donó las primeras máquinas para el mantenimiento de carrete-
































































































   33   34   35   36   37